martes, 22 de diciembre de 2009
Cada uno de nosotros hemos pasado por muchas clases y muchos cursos en nuestro viaje por la educación.
Hemos tenido profesores buenos y otros no tan buenos.
Los buenos los recordaremos siempre e incluso les dejaremos un espacio muy especial en nuestro corazón y los profesores no tan buenos los recordaremos como lo que no se debe de hacer si eres un maestro.
A lo largo de mi vida he tenido profesores muy buenos que me han marcado la vida, que no han dejado que me rindiera o que me han enseñado que en la lectura puedo encontrar amigos que siempre estarán allí cuando los necesite o que puedo vivir con ellos las mejores aventuras.
Un profesor puede cambiarte la vida, tanto para bien como para mal.
Pero, ¿Qué cualidades debe de tener un buen profesor?
Un buen profesor es aquel que disfruta hacer lo que hace, que le encanta compartir sus conocimientos con los alumnos, no porque le paguen por hacerlo, sino porque quieren compartirlo y les fascina ver esa lucecita que se les enciende a los alumnos cuando lo han entendido.
Es aquel que no te impone su manera de pensar, que simplemente te da unas pautas para que tu misma puedas llegar a la solución.
Te da la confianza de preguntarle lo que sea, aunque tú consideres que es una pregunta tonta, y él no te responde diciendo “que pregunta más tonta” sino que te responde de forma clara, sin leer ningún papel, porque conoce lo que explica y le gusta tanto que incluso te puede gustar a ti también.
Tiene que ejercer su autoridad desde el respeto, del que sabe y por ello es respetado por los demás. Debe de tratar a los alumnos como seres con experiencias muy distintas y que podrían enriquecer al grupo, no como personas inferiores al profesor ya que no le pueden aportar nada nuevo.
Debe de ser cercano a los alumnos y hablarles de una forma que ellos entiendan y no dárselas de superior y porque, ¿no? bromear con ellos o tomarles el pelo. Pero sin olvidar que deben de ser duros en algunos puntos y no dejar que ningún alumno le tome el pelo o le falte el respeto.
Personalmente creo que así debería de ser un profesor, pero con los tiempos que corren puede que esto no sea posible. Nos encontramos en un punto que los padres están tan agobiados y estresados de todo que pasan de enseñar a sus hijos los valores o simplemente educación. Así que los niños/as aprenden por imitación, o bien de la tele y de la calle (que es lo que sucede la mayoría de las veces) o bien del profesor, y como he dicho con anterioridad puede tocarle un buen profesor con valores o simplemente un no muy buen profesor que lo único que le importa es el cheque a final de mes.
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